La capuchina y la negrilla, las ricas tardías

Las falsas capuchinas son un grupo de especies tóxicas o no comestibles del género Tricholoma pertenecientes a la sección Tricholoma, que se caracterizan generalmente por su olor o sabor desagradables. Las principales especies presentes en nuestra región son Tricholoma luridum (no comestible), que se diferencia por la cutícula pardo olivácea con numerosas fibrillas radiales, las láminas grisáceas bastante espaciadas, el pie con tonos amarillo oliváceos, olor complejo a harina y pepino, que fructifica en otoño en bosques de abeto blanco (Abies alba); Tricholoma scioides (tóxico), que tiene la cutícula lisa de color pardo grisáceo con un mamelón puntiagudo, la arista laminar punteada de negro, el pie blanquecino sin tonos amarillentos, el olor desagradable rafanoide-terroso, el sabor amargo y ligeramente picante, que fructifica durante el verano y el otoño en bosques de montaña bajo hayas (Fagus sylvatica); Tricholoma sejunctum (no comestible), con la cutícula lisa amarillo-grisácea con tonos oliváceos, el pie blanquecino y el sabor amargo, que fructifica bajo encinas carrascas (Quercus rotundifolia), robles carballos (Quercus robur), y robles melojos (Quercus pyrenaica) y en otras regiones bajo  alcornoques (Quercus suber); Tricholoma umbonatum (no comestible), que tiene el sombrero con un mamelón puntiagudo, la cutícula lisa algo viscosa en tiempo húmedo de color amarillento pálido con suaves tonos oliváceos, el pie blanco y consistente que no se mancha de amarillo, olor intenso harinoso con toques a insecticida, el sabor ligeramente amargo, que fructifica asociado a hayas (Fagus sylvatica); Tricholoma viridilutescens ( = Tricholoma sejunctum var. coniferarum) (no comestible), muy similar a T. sejunctum, pero con el pie blanquecino con reflejos amarillentos manchado de rosa en la base y sabor agradable no amargo, que fructifica bajo pinos albares (Pinus sylvestris), pinos rodenos (Pinus pinaster) y abetos blancos (Abies alba) en zonas montañosas y Tricholoma virgatum (tóxico), con la cutícula seca lisa de color pardo grisáceo con un mamelón puntiagudo muy marcado, el pie blanquecino sin tonos amarillentos, el olor desagradable bastante complejo con toques de rábano y el sabor amargo y acre, que fructifica durante el otoño en bosques de montaña bajo abeto blanco (Abies alba) y pino albar (Pinus sylvestris) en suelos ácidos o descalcificados.

Otras especies de esta sección no observadas en nuestra región, pero que se observan en la zona oeste peninsular, que no se descarta su presencia en nuestra comunidad son Tricholoma bresadolanum (tóxico), que se diferencia porque presenta la cutícula de color gris plateada decorada con finas escamas fibrillosas, la arista de las láminas aserrada y punteada de negro, el pie grisáceo y escamoso sin tonos amarillos y consistente, de sabor amargo y ligeramente picante, que fructifica en otoño en bosques mediterráneos bajo alcornoques (Quercus suber), encinas carrascas (Quercus rotundifolia) y robles melojos (Quercus pyrenaica) en suelos ácidos; Tricholoma guldeniae (no comestible), que tiene la cutícula seca rara vez un poco viscosa de color amarillento con el centro más oscuro, el pie liso blanquecino también con reflejos amarillentos, el sabor harinoso, pero fructifica bajo abetos rojos; Tricholoma josserandii (tóxico), que presenta la cutícula gris plateada generalmente con rugosidades, el pie sin reflejos amarillentos, que se mancha de rosáceo a la manipulación, que además presenta un olor y sabor complejos bastante desagradables que recuerdan a una mezcla entre harina rancia y tierra, que fructifica bajo abetos rojos (Picea abies), pinos rodenos (Pinus pinaster) y pinos albares (Pinus sylvestris) en suelos ácidos o descalcificados.